Once Polichinelo
Desde el punto de vista de un mascareiro, se aborda el personaje de Polichinelo. Sobre una mesa hay siete máscaras hechas por él, en un eje que se remonta al antiguo teatro romano, pasa por las famosas apariciones de los siglos XVI y XVII, en el apogeo de la Commedia dell’Arte, continúa con Pagliaccio hasta el siglo XIX siglo y conduce a la posibilidad cotidiana de una democracia liberal. Espectáculo sincrético, reúne elementos del oficio de una mascarada en su estudio, una conferencia donde se dan a conocer los orígenes y la historia del personaje (aportes a una historia del teatro de máscaras europeo), un ensayo, donde este constructor-actor ahora prepara objetos y lanza ideas para improvisaciones y, también, para un espectáculo, cuando la dimensión ficcional toma las riendas de la comunicación y el teatro tiene lugar. Pino Custódio descubrirá con el público el personaje que lo eligió en la época en que aprendió los rudimentos de trabajar como actor con máscara, en sus 20 años, y nunca tuvo la oportunidad de conocerlo hasta ahora…
Desde el punto de vista de un mascareiro, se aborda el personaje de Polichinelo. Sobre una mesa hay siete máscaras hechas por él, en un eje que se remonta al antiguo teatro romano, pasa por las famosas apariciones de los siglos XVI y XVII, en el apogeo de la Commedia dell’Arte, continúa con Pagliaccio hasta el siglo XIX siglo y conduce a la posibilidad cotidiana de una democracia liberal. Espectáculo sincrético, reúne elementos del oficio de una mascarada en su estudio, una conferencia donde se dan a conocer los orígenes y la historia del personaje (aportes a una historia del teatro de máscaras europeo), un ensayo, donde este constructor-actor ahora prepara objetos y lanza ideas para improvisaciones y, también, para un espectáculo, cuando la dimensión ficcional toma las riendas de la comunicación y el teatro tiene lugar. Pino Custódio descubrirá con el público el personaje que lo eligió en la época en que aprendió los rudimentos de trabajar como actor con máscara, en sus 20 años, y nunca tuvo la oportunidad de conocerlo hasta ahora…
Once Polichinelo es una muestra individual de un actor-mascarilla que exhibe y experimenta con el público sus propias máscaras, en el sentido de encontrar la que lo acompañará, la que será su pareja, a partir de entonces. Reúne elementos de universos contextuales muy diferentes, con dinámicas, reglas y principios propios, para constituir un objeto sincrético en torno al personaje mítico de la Commedia dell’Arte, Polichinelo. El taller del constructor de máscaras, la sala donde tiene lugar una conferencia, el espacio de ensayo donde los personajes se preparan o se exploran y el propio teatro donde, a partir de una movilización en torno a una representación total, se crean un sinfín de despliegues para el campo de la representación ficcional. Sobre la mesa, un lote de máscaras apuntaba en dirección a Polichinelo, a partir de una propuesta sobre su remota (y controvertida) ascendencia, procedente de las farsas atenienses (siglo IV a. C.), pasando por la Commedia dell’Arte y el Payaso (siglo XIX). ). ), hasta nuestros días, proponiendo un sorprendente Polichinelo contemporáneo. He aquí una secuencia narrativa que inevitablemente impregna la Historia del Teatro en Occidente.
Si el ángulo es el del fabricante de máscaras, pronto se verá que es la expresión de un verdadero demiurgo, creyente en un oficio que, en el Renacimiento y el Barroco, se impuso al propio actor. De un trozo de cuero rectangular estirado en un molde nacería un registro dramatúrgico para toda la vida, ya que nunca se separarían creador y máscara. El juego de la representación depende de una (buena) máscara, como estímulo previo, al igual que las palabras inscritas en una obra. Y por eso las máscaras que estaban destinadas a las paredes siempre se daban por muertas. Se trata, al fin y al cabo, de una obra que marca un punto de inflexión en la actividad de Nuno Pino Custódio, exactamente tres décadas después de la construcción de su primera máscara de cuero como herramienta metodológica.
Si el ángulo es el del fabricante de máscaras, pronto se verá que es la expresión de un verdadero demiurgo, creyente en un oficio que, en el Renacimiento y el Barroco, se impuso al propio actor. De un trozo de cuero rectangular estirado en un molde nacería un registro dramatúrgico para toda la vida, ya que nunca se separarían creador y máscara. El juego de la representación depende de una (buena) máscara, como estímulo previo, al igual que las palabras inscritas en una obra. Y por eso las máscaras que estaban destinadas a las paredes siempre se daban por muertas. Se trata, al fin y al cabo, de una obra que marca un punto de inflexión en la actividad de Nuno Pino Custódio, exactamente tres décadas después de la construcción de su primera máscara de cuero como herramienta metodológica.
No son los actores los que eligen las máscaras que quieren interpretar. De hecho, estos son los que deciden quién los encarnará, ¿al igual que los gatos eligen a sus dueños? Pero, ¿y si los construyen los propios actores, como quien inventa el futuro? En este espectáculo, Nuno Pino Custódio presentará siete de sus máscaras, diseñadas exclusivamente para este encuentro. ¿Son siete posibilidades para Polichinelo siete personajes que buscan actor? En la era de la comunicación digital donde precisamente el otro es expulsado, la presencia y las relaciones desaparecen, las cosas se desmaterializan y el espacio público ya no se comprende, ¿quién es realmente quién?
Puesta en escena, dramaturgia, máscaras e interpretación: Nuno Pino Custódio
Vestuario: Patricia Raposo
Asistencia artística: André Louro y Catarina Santana
Producción: Personaje No Jugador – Teatro-Escuela
Para mas informacion contacte:
geral@npcteatroescola.com
+351 935 038 587